miércoles, 27 de agosto de 2008

amargura en un día 27

Hoy no ha sido un buen día, el cielo desciende, y el suelo asciende, el sol me quema y la luna me hiela.
Los pensamientos me comen el alma y los sentimientos destrozan lo que queda de corazón. Luego aparece una calma, que a veces me hace perder la razón.
Me siento en una especie de habitación, cuyas paredes se van acercando al centro, y me van dejando menos espacio, parece que hay cámaras y el que mira a través de ellas es Dios.Me falta el oxígeno y empiezo a notar la presión. Noto el pulso a través de mis dedos, escucho el sonido del mar en mi respiración, y el silencio no es posible por el latir de mi corazón.
Siento que me ahogo en un cuarto de soledad, dolor en la sien, y un poco de ansiedad,, quiero que pase este día, que ha sido tan infernal.
Dejar de sentir que el cielo me atrapa en la jaula del suelo, llegar a un acuerdo entre el fuego y el hielo.
Sentir que en la calma mi cabeza está equilibrada, abrir la puerta de la habitación.
Sentir y creer que no me observa una mirada, que me castigaba sin respiración.
Disfrutar del silencio y escuchar mi interior, tener un pulso estable para poder unir los cables de la comunicación.
Sentir la compañía que hay al exterior. Y no volver a soltar lágrimas por una causa perdida que no tiene solución.

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